Vivimos en un mundo en el que la gestión de la eficiencia energética y la apuesta por nuevas fuentes de energía más sostenibles se ha convertido en una prioridad y, sobre todo, en un objetivo a corto plazo debido a la progresión incesante del cambio climático.
A través de este artículo vamos a ver algunas de las tendencias tecnológicas actuales y las perspectivas futuras en el ámbito de la innovación energética.
Tecnología y sostenibilidad en la gestión energética
Comenzaremos por explorar qué avances se están produciendo en términos de gestión y eficiencia energética, sus beneficios y cómo estos siguen el camino de la sostenibilidad.
Avances tecnológicos en la gestión energética
Al igual que en otros campos, los dos grandes hitos tecnológicos de nuestros días están jugando un papel verdaderamente importante en el campo de la energía. Hablamos de la inteligencia artificial (IA) y el internet de las cosas (IoT).
La IA está ayudando al análisis masivo de datos en tiempo real, algo realmente útil a la hora de optimizar el rendimiento y, sobre todo, la eficiencia de los sistemas energéticos.
Por otro lado, el IoT permite, gracias a la conexión entre sensores y dispositivos, monitorizar factores como el consumo energético. Gracias a la analítica predictiva de toda la información que recogen los sensores, se puede llegar a predecir el consumo energético, determinar el buen rendimiento de los equipos y controlarlos. Toda esta información puede ayudar a los consumidores a crear una estrategia de eficiencia energética.
El auge de energías renovables, como la eólica o la energía solar y su necesidad de almacenamiento, han propiciado que la industria se centre en generar tecnologías para el desarrollo de baterías de ion-litio o el almacenamiento térmico.
Beneficios de la tecnología en la gestión energética
Uno de los beneficios más claros e importantes es que la tecnología está ayudando a implementar soluciones en el ámbito de la eficiencia energética. Esto contribuye a la deducción de costes y a la reducción de la huella de carbono.
Los avances tecnológicos también propician la integración de las energías renovables, tanto en la vida de los consumidores como en la industria. Por ejemplo, el Big Data ayuda al sector industrial energético a recopilar datos de todos los flujos de energía, su enriquecimiento y su visualización; lo que se traduce en una mayor confiabilidad, ahorro de tiempo y una información que se puede cruzar.
Además, la tecnología está democratizando el acceso a la energía. Soluciones como las microrredes o los sistemas de energía solar distribuida, favorecen el acceso de grandes comunidades a las energías renovables, reduciendo así la brecha energética.
Sostenibilidad en la gestión energética
La sostenibilidad energética, que desempeña un papel crucial en términos de gestión de energía, se basa en el principio de equidad, eficiencia y resiliencia, y busca un equilibrio entre tres pilares básicos de nuestra sociedad: el desarrollo económico, la protección del medio ambiente y el bienestar social.
La sostenibilidad en la gestión energética está avanzando hacia la transición a fuentes de energías renovables; la eficiencia, gracias la inversión e investigación de nuevas tecnologías y la implementación de políticas y regulaciones efectivas.
Tendencias actuales en la gestión de la energía
Indaguemos ahora en cuáles son las principales tendencias actuales que se aplican en el terreno de la gestión energética.
Digitalización y automatización
Estos dos campos están sin duda revolucionando el sector energético.
En términos de gestión energética, permiten una supervisión y control más precisos y eficientes de los sistemas energéticos. Desde la optimización de la operación de plantas de energía hasta la gestión inteligente de la demanda, estas tecnologías están mejorando la fiabilidad y la resiliencia de la red eléctrica.
Descarbonización de la matriz energética
A través de una descarbonización eficiente se pretende conseguir la neutralidad en cuanto a emisiones de carbono, al menor coste posible. Esto se consigue electrificando la economía sobre la base de las energías renovables, mediante su integración en el mix de generación energética.
Movilidad sostenible
La electrificación del transporte y el desarrollo de infraestructuras para la movilidad sostenible son una tendencia y una apuesta firme en cuanto a gestión de la energía.
Desde los vehículos eléctricos hasta los sistemas de carga inteligente, estas innovaciones están impulsando la demanda de energías renovables y promoviendo una mayor integración entre los sectores de transporte y energía.
Perspectivas de futuro en la gestión energética
En cuánto a las perspectivas de futuro en el ámbito de la gestión energética podemos hablar de dos claros enfoques.
Integración de tecnologías emergentes
Continuar integrando las nuevas tecnologías en el sector energético será fundamental para lograr una mayor eficiencia que nos ayude en el objetivo de neutralidad marcado para 2050.
Las tecnologías de almacenamiento, las redes eléctricas inteligentes (SmartGrids), el Blockchain de energía o la IA son las tecnologías emergentes que marcarán la diferencia y el porvenir de la gestión energética. Adoptarlas, desarrollarlas e integrarlas debe de ser el objetivo principal de la industria energética en los próximos años si quieren seguir el camino hacia la descarbonización, impulsado por el auge de las renovables.
Resiliencia energética, regulación y políticas públicas
Trabajar en estrategias de resiliencia energética será un punto extremadamente importante para mantener la operatividad del sector energético. Invertir en energías renovables y tecnologías que las sustenten ayudará al sector a mitigar riesgos financieros ante el auge de precios de los hidrocarburos, o a luchar contra las inclemencias ocasionadas por el cambio climático.
El marco regulatorio juega un papel fundamental en la adopción de nuevas tecnologías en el sector energético. Las empresas que consigan moverse exitosamente en el entorno regulatorio y aprovechar los incentivos disponibles tendrán una mejor posición para liderar la transición hacia un futuro energético más sostenible.
En definitiva, la tecnología y la sostenibilidad están transformando directamente la gestión energética de manera fundamental. Desde la digitalización de la red eléctrica hasta la promoción de fuentes de energía renovable, estas tendencias están allanando el camino hacia un futuro energético más limpio, más seguro y más sostenible.