Los ventiladores de techo son una gran alternativa para quienes buscan eficiencia energética sin desmejorar su calidad de vida. Te contamos cómo sacar el mayor provecho a estos electrodomésticos.
Ventiladores de techo: ¿qué son y para qué sirven?
Hay un secreto muy bien guardado sobre los ventiladores de techo y es que estos sirven para mejorar la sensación térmica tanto en verano como en invierno.
Lo común es pensar que su única función es refrescar el aire en climas calurosos, ya que la brisa que generan ayuda a reducir la sensación térmica de las habitaciones.
Sin embargo, los ventiladores de techo también pueden aprovecharse durante los meses de invierno, ya que tienen un modo de inversión que permiten que las aspas giren en sentido contrario.
Cuando esto sucede, el ventilador no genera una brisa sino que empuja el aire caliente que se acumula en el techo hacia abajo, mejorando la distribución del calor y permitiendo bajar el termostato de la calefacción.
Contrario a lo que se piensa, el uso simultáneo del aire acondicionado y ventiladores de techo puede mejorar la eficiencia energética, ya que se puede subir la temperatura del aire acondicionado. Esta acción es capaz de reducir el consumo de energía en un 4-8 % por cada grado que se eleva.
Evaluación de los ventiladores de techo
Ya sabemos que los ventiladores de techo sirven para mejorar la climatización pero, ¿cómo lo hacen?
Funcionamiento y diseño
Estos aparatos tienen un funcionamiento sencillo apoyado en 2 componentes: un motor y aspas. El motor hace que las aspas giren y según el sentido generarán una brisa fresca o distribuirán el aire caliente acumulado.
El flujo del aire dependerá de la configuración de la velocidad a la que puedan girar las aspas. En verano las aspas deben moverse en sentido contrario a las agujas del reloj mientras que en invierno tienen que seguir el sentido horario.
Tamaño y ubicación
Lo ideal es que los ventiladores de techo estén ubicados en el centro de la estancia, ya que es la manera de distribuir de manera uniforme el aire.
Para habitaciones de hasta 13 m2, un ventilador con un diámetro de 107 cm es suficiente. Para habitaciones de hasta 25 m2, se recomienda un ventilador de 132 cm. Y si la habitación es muy grande (más de 25 m2) lo recomendable es instalar más de un ventilador.
La altura sugerida también dependerá del alto del techo. Lo más bajo debería ser a 2 m del suelo y lo más alto a 2,7 m del suelo.
Consumo y eficiencia energética
De los sistemas de climatización, el que consume menos energía son los ventiladores de techo. El ventilador que menos consume gasta 15 vatios y el que más consume puede llegar a los 90 vatios.
Un aire acondicionado tiene un consumo de entre 2.000 y 5.000 vatios, para que tengas la relación.
Diseño, estilo y funcionalidad
La armonía que aportan los ventiladores de techo a los espacios también es un aspecto a considerar.
Ahora mismo en el mercado están disponibles muchas opciones de diseño que ayudan a complementar la decoración de las habitaciones con modelos que oscilan entre lo más moderno y minimalista hasta diseños más clásicos y elaborados.
Algunos de estos ventiladores incluyen controles remotos, opciones de velocidad ajustable, giro al reverso y luces LED regulables.
Beneficios de los ventiladores de techo para la eficiencia energética
El beneficio más evidente de los ventiladores de techo en cuanto a eficiencia energética es su bajo consumo de electricidad y su versatilidad para mejorar la sensación térmica tanto en invierno como en verano.
Pero tienen otra serie de ventajas que suman a la causa de la eficiencia energética.
Disminuyen el uso del aire acondicionado y de la calefacción
Durante el verano:
- Los ventiladores de techo pueden hacer que una habitación cambie su sensación térmica a 4 grados más fresca porque aprovechan la masa de aire frío atrapado a nivel de suelo y en rincones de la casa.
- Al lograr que las estancias se sientan más frescas se puede aumentar la temperatura del termostato, lo que reduce el uso del aire acondicionado.
Durante el invierno:
- Al cambiar el movimiento de las aspas, los ventiladores toman el aire caliente atrapado en el techo y lo distribuyen hacia las zonas más frías (se aprovecha el aire caliente antes de que se pueda perder por el techo).
- Al hacer recircular el calor se puede disminuir la temperatura del termostato de la calefacción sin perder sensación de confort y ahorrando energía.
Mejoran la sensación de confort de los habitantes
Usar ventiladores de techo (de forma combinada o no con otros sistemas de climatización) mejoran la circulación del aire y eliminan puntos calientes y fríos en las habitaciones.
Además, ayudan a reducir la humedad porque el continuo flujo del aire permite que no se acumule el vapor de agua generado por actividades domésticas como uso del baño y la cocina.
Son una pequeña inversión, a bajo consumo y con una larga vida útil
Los ventiladores de techo son los dispositivos de climatización más baratos en todos los sentidos: como aparatos cuestan menos, su instalación y mantenimiento son más sencillos, y tienen un bajo costo operativo.
Con el mantenimiento adecuado pueden durar hasta 20 años, siendo una solución de bajo costo y a largo plazo.
Son sostenibles
Nada más eficiente en términos de consumo energético que un ventilador: no sólo consumen mucho menos energía que los aires acondicionados, sino que mejora el rendimiento de estos (y de las calefacciones).
Al necesitar menos electricidad, los requerimientos generales de energía disminuyen, lo alivia la demanda a toda la infraestructura energética. Además, reducen la emisión de gases de efecto invernadero, que son la principal causa del calentamiento global y del cambio climático.
Tras esta evaluación de beneficios sobre los ventiladores de techo para la eficiencia energética, no cabe duda de que son grandes aliados para el ahorro. Estos reducen el consumo eléctrico porque optimizan el desempeño de los demás sistemas de climatización, lo que equivale a una reducción de las facturas de electricidad.