La recarga de vehículos eléctricos en viviendas con energía solar

Los beneficios económicos y ambientales de los vehículos eléctricos han logrado aumentar considerablemente la comercialización de los mismos. No obstante, la industria todavía se enfrenta a importantes retos para lograr democratizar este tipo de automóviles. Uno de los puntos a mejorar, es la necesidad de una infraestructura para recargarlos de manera eficiente y sostenible. La todavía insuficiente red de puntos de recarga y su elevado coste, han hecho que muchos usuarios se decanten por instalar puntos de recarga en sus viviendas, combinándolos con sistemas de energía solar. Esta opción ofrece una alternativa económica, ecológica e independiente para hacer frente a las fluctuaciones de los precios de la energía y maximizar el ahorro.

Evolución y demanda de puntos de recarga en viviendas

En la última década, las ventas de vehículos eléctricos han experimentado un aumento exponencial. Este hecho ha sido provocado, en gran medida, por la concienciación ciudadana sobre la problemática medioambiental, el elevado precio de los carburantes y el aumento de incentivos, subvenciones y regulaciones más estrictas, por parte de los gobiernos. Aun así, este crecimiento plantea nuevos desafíos, especialmente para los propietarios de viviendas que desean cargar sus vehículos en casa.

Puesto que representa una gran ventaja, tener un punto de recarga en el hogar o un wallbox se ha convertido en una prioridad para muchos propietarios de vehículos eléctricos. Contar con un punto de recarga en el hogar reduce la dependencia de las estaciones de recarga públicas, menos rentables, y permite una mayor independencia para optimizar la gestión del consumo energético. En este sentido, la energía solar, destinada al autoconsumo, se ha convertido en la opción perfecta para esta finalidad; sobre todo por su carácter de energía renovable, su rentabilidad y fácil instalación y su capacidad de almacenamiento.

Cómo funciona la recarga de vehículos eléctricos con energía solar

Optar por instalar paneles solares en el hogar destinados al autoconsumo, permite generar energía y aprovecharla para diferentes usos, como la recarga de nuestro vehículo eléctrico. La carga mediante el uso de placas solares puede resultar hasta un 50% más económico en comparación con la red eléctrica y ser hasta cuatro veces más rápida que con un enchufe convencional.

Componentes de un sistema fotovoltaico

Instalar un sistema fotovoltaico es un proceso relativamente sencillo. Generalmente, estos sistemas están compuestos por paneles solares, inversores y sistemas de almacenamiento opcionales (baterías) para almacenar la energía y utilizarla en periodos en el que la generación es baja o nula.

Además, para recargar el coche en nuestra vivienda será necesario instalar un punto de recarga o un wallbox o cargador inteligente.

Proceso de recarga del EV

Una vez que conocemos los elementos principales, vamos a ver como sería el proceso de carga del vehículo:

  1. Captación de la energía solar a través de paneles solares. Estos se sitúan generalmente en el techo de la vivienda y convierten la energía solar en corriente continua.
  2. El inversor solar transforma la corriente continua generada por las placas solares en corriente alterna, que es el tipo de electricidad necesaria para recargar nuestro vehículo.
  3. La distribución de la energía. Esta puede ser utilizada directamente para cargar el vehículo eléctrico durante el día, o bien puede ser almacenada en baterías para su uso posterior.
  4. Una vez que la electricidad haya sido convertida y canalizada hacia el punto de carga, se inicia el proceso de carga de la batería del automóvil.

Consideraciones importantes sobre la energía solar destinada a la recarga de coches eléctricos

Antes de instalar paneles solares con el objetivo principal de utilizarlos para recargar nuestro coche eléctrico, es necesario tener en cuenta una serie de consideraciones relevantes relacionadas con este proceso.

Evaluación de la capacidad del sistema solar

El número de paneles solares que necesitamos dependerá de varios factores, como la capacidad de la batería del vehículo, el consumo diario de energía y las condiciones climáticas de la zona.

Referencialmente, un automóvil eléctrico estándar consume entre 12 y 20 kWh por cada 100 kilómetros. Si por ejemplo hacemos alrededor de unos 50 km al día, serían necesarios entre 7 y 10 kWh diarios para cargar nuestro coche. Teniendo en cuenta el que un panel solar promedio genera entre 4 y 5 kW diarios, deberíamos contar con al menos 2 paneles solares destinados a la carga del vehículo.

Es esencial que un profesional realice una evaluación previa y estime el tamaño de nuestra futura instalación fotovoltaica.

Almacenamiento de energía

Para poder cargar el vehículo durante la noche, algo que suele ser habitual, o en días de menor intensidad lumínica, es aconsejable contar con un sistema de almacenamiento de energía como las baterías solares.

Conexión a la red

Contar con un sistema fotovoltaico de autoconsumo conectado a la red eléctrica es la opción más aconsejable. Esto permite consumir energía tanto de los paneles solares como de la red eléctrica en aquellos momentos en los que sea imperativo.

Además, una conexión bidireccional, nos permitirá volcar el excedente de energía generada por los paneles solares directamente a la red. Habitualmente las compañías eléctricas convierten los excedentes en euros, para acumularlos en monederos y posteriormente aplicar descuentos en las facturas de luz.

Normativas legales

Antes de comenzar un proyecto de instalación de placas solares, debemos solicitar todos los permisos necesarios que demanden las administraciones competentes. Estos permisos y certificaciones acreditan que la instalación solar cumple con la normativa vigente y que está en condiciones de funcionar de manera segura y eficiente.

En resumen, incorporar la energía solar a nuestra vivienda y combinar con un punto de recarga para nuestro coche eléctrico, conlleva una serie de beneficios tanto económicos como ambientales, que van desde el ahorro en la factura de luz o la reducción de la huella de carbono, hasta el aumento del valor de la propiedad. Además, el creciente aumento de incentivos fiscales, subvenciones y las posibilidades de financiamiento para instalaciones fotovoltaicas y puntos de recarga para vehículos eléctricos, aseguran la rentabilidad de este tipo de proyectos.

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