Las energías renovables son el puente para ir de una emergencia climática hacia un modelo de consumo energético respetuoso con el medioambiente y que prevé recursos para las generaciones futuras.
Energías renovables, energías verdes y sostenibilidad
Para que las energías renovables tengan un verdadero rol en la conservación y uso eficiente de los recursos naturales, así como en la protección del medio ambiente, tienen que ser algo más que una fuente de generación continua. Para que las energías renovables de verdad sean sostenibles tienen que ser verdes.
Y es que suelen confundirse las energías renovables con las energías verdes porque todas las energías verdes son renovables, pero no todas las energías renovables son verdes.
Una energía renovable proviene de recursos naturales que se regeneran de forma continua, que no son agotables a uso de escala humana. Sólo eso. No necesariamente reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, ni gestiona de manera adecuada los residuos o garantiza la conservación de la biodiversidad.
En cambio, una energía verde tiene bajo impacto sobre el medioambiente durante su proceso de extracción y/o generación.
Al marcar esta diferencia es cuando podemos hablar de sostenibilidad: sólo las energías verdes tienen la capacidad de cubrir las necesidades del presente, asegurando que los ecosistemas y los recursos naturales puedan continuar funcionando y proporcionando servicios esenciales para las generaciones futuras.
Cómo las energías renovables impulsan la sostenibilidad
Las energías renovables de origen verde son las que tienen un verdadero impacto sobre los servicios esenciales y en la preservación y uso responsable de los recursos naturales. Así es como hacen su aporte a la sostenibilidad:
- Preservación del medioambiente y las fuentes de extracción de energía. Una energía renovable de origen verde no busca la producción energética a cualquier precio: también está interesada en gestionar y proteger los recursos naturales que están involucrados en su modelo de generación.
- Reducción consciente de emisiones contaminantes. Las energías renovables de origen verde tienen dentro de sus principales objetivos minimizar la emisión de gases de efecto invernadero y otros agentes contaminantes que contribuyen al cambio climático y la degradación del medio ambiente. Todo esto tanto durante su generación como durante su uso.
- Gestión y minimización de residuos. Para que una energía renovable se considere verde es porque es capaz de reducir, reutilizar y reciclar residuos para minimizar su impacto en el medioambiente. Esto implica gestionar de forma adecuada todos los desechos sólidos, líquidos y tóxicos, y la reducción de la generación de residuos en general.
- Protección de ecosistemas. Para las energías renovables de origen verde el uso de un recurso natural no es sólo explotar y servirse, sino restaurar los sistemas degradados e implementar acciones de conservación de hábitats naturales y biodiversidad como reforestación e implementación de prácticas agrícolas, por ejemplo.
- Educación y conciencia ambiental. Las energías renovables de origen verde han conseguido tener más desarrollo, apoyo y popularidad entre los inversores y usuarios haciendo la tarea de instruir sobre la importancia de la sostenibilidad ambiental. La educación ambiental ha sido la principal vía para fomentar la conciencia pública e individual al tiempo que se estimulan actitudes que apoyan la protección del medio ambiente.
En la medida en la que las energías renovables han demostrado su valor social, ambiental y económico, se han ido implementando políticas que promueven e impulsan su uso, por encima de combustibles fósiles.
Top de energías renovables sostenibles: energía solar y energía eólica
De todas las energías renovables, la energía solar es la que más se ha popularizado, ya que es la más accesible y versátil.
Cualquier persona con un sistema de placas solares puede tener electricidad y/o climatización en su hogar, sin necesidad de pasar por un complejo proceso de instalación y distribución energética. Tampoco tienen que hacer grandes gastos, ya que se trata de una energía “económica”.
La energía solar incluso le ha dado acceso a la electricidad a comunidades donde no llega la red eléctrica y le ha permitido independizarse de las fuentes convencionales a los que así lo prefieren.
Al día de hoy, gran parte de los componentes de un sistema de placas solares puede reciclarse. De hecho, son las mismas empresas de fabricación las encargadas de esto para garantizar un buen manejo de los materiales de desecho.
El silicio, el aluminio, el vidrio, la plata y el cobre, por ejemplo, se pueden reutilizar sin tener que explotarlos nuevamente de fuente primaria.
La energía solar y su rol en la sostenibilidad
Aunque menos doméstica, la energía eólica también ofrece una instalación y mantenimiento de bajo costo. Sin embargo, requiere de grandes espacios para poder montar los molinos de viento.
Y aunque su producción sigue siendo inestable, porque depende de la acción del viento para generar energía, han logrado hacer un vertido constante a la red eléctrica.
Durante los últimos años la energía eólica ha llegado a cubrir el 24% de la demanda eléctrica de España. Esto la ubica como la tecnología que más electricidad genera en el país.
Energías hidroeléctrica y geotérmica: renovables pero no sostenibles
No podemos dejar de mencionar la energía hidroeléctrica. Aunque utiliza el agua como fuente primaria no se considera energía verde aunque sea renovable porque la construcción de una central hidroeléctrica tiene un gran impacto ambiental: los embalses alteran el ecosistema muchas veces de forma irreversible y no puede haber viviendas cercanas por riesgo de inundación.
La energía geotérmica ha ganado terreno el uso doméstico. Cada vez son más frecuentes los proyectos en los que se propone el uso de sistemas de climatización geotérmica tomando la temperatura del suelo. Pero no termina de ser una solución sostenible porque altera el paisaje, contamina el agua y genera conflictos con la agricultura y la biodiversidad local.
De momento, la batuta de la sostenibilidad y la independencia energética la llevan la energía solar y la eólica. La meta es que puedan sustituir tan pronto como sea posible y por completo el uso de combustibles fósiles.