Las estrategias de renovación energética en el mercado inmobiliario, no solo son concebidas como una herramienta de sostenibilidad y eficiencia energética fundamental para la sostenibilidad, sino que son clave para aumentar el valor y la rentabilidad del inmueble.
¿En qué consiste la renovación energética?
Renovarse o morir, o eso dice el dicho. La renovación energética implica la implementación de nuevas tecnologías y técnicas destinadas a mejorar la eficiencia energética y reducir el consumo de energía de un inmueble.
De forma diferente a la construcción de nuevas edificaciones, que suelen contar con certificados ecológicos, la renovación energética se centra en optimizar y actualizar las estructuras existentes.
La obtención de certificaciones como el LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), el BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Method) y el WELL Building Standard, puede aportar un valor añadido a la propiedad y fomentar la demanda, en el mercado inmobiliario, de viviendas y edificios sostenibles.
La renovación energética y el mercado mobiliario
Al igual que ocurre en otros sectores, el sector inmobiliario está experimentando un cambio hacia estrategias y prácticas más sostenibles. De ahí la importancia de la renovación energética, que no solo aumenta el valor de la propiedad, sino que también mejora su atractivo a ojos de compradores e inversores que buscan, tanto reducir costos energéticos como, vivir de manera más sostenible.
Las políticas gubernamentales juegan, además, un papel importante en esto. En muchas regiones se exigen unos estándares mínimos de eficiencia energética legales, lo que convierte a la renovación energética en un aspecto sumamente importante para el mercado inmobiliario. Según los MEPS (Estándares Mínimos de Eficiencia Energética) en 2050, todos los edificios deben tener un certificado de eficiencia energética A, o lo que es lo mismo, deben ser “cero emisiones”.
Estrategias para la renovación energética e impulsar la inversión inmobiliaria
En un mercado orientado hacia la sostenibilidad, implementar estrategias destinadas a la renovación energética de una propiedad, se convierte en algo clave para propietarios e inversores, que desean rentabilizar de forma óptima sus activos inmobiliarios. Te mostramos a continuación, algunas de las mejores soluciones para lograr estos objetivos de eficiencia energética y aumentar el valor de un inmueble.
Invertir en un buen aislamiento térmico
El objetivo del aislamiento en un inmueble es el de no permitir que el calor se escape en invierno, y de que acceda al interior durante los meses de verano. Un buen aislamiento te permitirá mantener la temperatura idónea en el interior de la vivienda, limitando el uso de sistemas de calefacción y refrigeración, y mejorando la eficiencia energética de la misma.
Los materiales de construcción que se utilizan comúnmente para el aislamiento son:
- Lana mineral: idónea para techos y paredes, es un buen aislante del fuego.
- Poliestireno expandido (EPS): se usa en fachadas y es bastante económico.
- Fibra de vidrio: excelente material para aislar techos inclinados y áticos.
Optar por sistemas de calefacción y refrigeración eficientes
Renovar la calefacción y el aire acondicionado, y apostar por nuevas tecnologías más eficientes y rentables, aumentará sin duda el valor inmobiliario del bien y despertará un interés mayor en los inversores.
Algunos de los sistemas actuales con mejor eficiencia son:
- Bombas de calor: a través de un proceso denominado aerotermia, extraen el calor del aire exterior en invierno, transfiriéndolo al interior de la vivienda para alimentar la calefacción. En verano, el proceso se invierte, se extrae el calor del interior del aire y se expulsa al exterior para poder refrigerar la casa.
- Calderas de condensación: estas son capaces de recuperar el calor que se escapa por los humos, como vapor de agua en las calderas convencionales, para devolverlo al sistema y así reducir el consumo de gas y generar menos CO2. Este tipo de calderas son realmente eficientes y reducen entre un 25 y un 30% el consumo de energía.
Instalar paneles solares para el autoconsumo
La renovación energética pasa por la concienciación ambiental y la sostenibilidad. Instalar un sistema fotovoltaico en la vivienda, permitirá aprovechar la luz del sol para generar electricidad y reducir la dependencia de la red eléctrica convencional.
La instalación de paneles solares, también aumenta el valor de la propiedad al hacerla más atractiva para los compradores concienciados con el medio ambiente y con el ahorro energético.
Equipar la vivienda con iluminación LED
Gracias a su menor consumo y a su mayor duración, renovar tu vieja instalación eléctrica y sustituir tus bombillas incandescentes por LED, supondrá un mayor grado de eficiencia energética del inmueble. Esto generará un importante ahorro económico y será prometedor para los futuros compradores.
Obtener certificaciones de sostenibilidad
Llevar a cabo la renovación energética del hogar, convirtiéndolo en un lugar más eficiente y sostenible, te ayudará a obtener certificados de eficiencia energética como el LEED o BREEAM. Este tipo de certificados validan los esfuerzos realizados en términos de renovación energética y suponen un valor añadido para el inmueble.
Además, a finales del año 2025, será obligatorio contar con el Pasaporte de Renovación de Edificios que se incluye en el Plan Nacional de Rehabilitación de la Edificación que exige la UE. Se trata de una especie de hoja de ruta para planificar la rehabilitación energética de un inmueble en varias etapas, muy parecido al Certificado de Eficiencia Energética con el que ya se opera en nuestro país.
Beneficios de la renovación energética en el sector inmobiliario
La renovación energética, además de una medida de eficiencia y ahorro, supone una forma inteligente de mejorar la rentabilidad, el atractivo y la competitividad de las propiedades en el mercado inmobiliario. Algunas de sus principales ventajas son:
- Reducción de costes energéticos: esto se traduce en un beneficio para propietarios e inquilinos, que verán reducir el importe de sus facturas.
- Aumento del valor de la propiedad: aquellas propiedades que cuentan con certificaciones de eficiencia energética o que han sido renovadas para ser más eficientes, tienden a aumentar su valor de mercado.
- Beneficios fiscales y/o subvenciones: implementar mejoras energéticas, por ejemplo aquellas relacionadas con el autoconsumo, puede calificar para beneficios fiscales, subvenciones u otras ayudas gubernamentales.
- Contribuye a la sostenibilidad: apostar por estrategias de renovación energética, es dar un paso hacia un mundo más descarbonizado. Muchos posibles compradores e inversores, conscientes de la situación medioambiental, valoran de forma positiva el grado de sostenibilidad de una propiedad.
La renovación energética se ha convertido en uno de los pilares más importantes del mercado inmobiliario actual. Las propiedades que cuentan con certificaciones de eficiencia energética, tras haber realizado estrategias de mejora, o que incorporan tecnologías sostenibles, se posicionan como líderes en el mercado, ya que proporcionan a los inversores y compradores unas ventajas únicas y competitivas.