En un mundo en el que el cambio climático es una evidencia, urge tomar decisiones que faciliten el cambio hacia un modelo de desarrollo sostenible. El papel del sector energético es crucial en esto, y una de sus herramientas más útiles para combatir el calentamiento global es una transición energética. En este artículo vamos a explorar cómo la eficiencia energética puede ayudar a la reducción de emisiones contaminantes.
La importancia de la eficiencia energética
Para quienes no sepan todavía a lo que nos referimos con eficiencia energética, se lo explicaremos de forma clara y sencilla: mediante la eficiencia energética se trata de utilizar la menor cantidad de energía posible, para obtener el mismo resultado. ¿Y cómo se consigue esto? Esencialmente, a través del uso de tecnologías más avanzadas, el uso de la energía solar, las mejoras en procesos industriales y cambios en el comportamiento de los propios consumidores.
Uno de los objetivos principales de la eficiencia energética es el de reducir el consumo de combustibles fósiles, causantes de la emisión de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2). El Gobierno de España, en coordinación con el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, está destinando grandes partidas presupuestarias a través de la Agenda 2030 y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para fomentar la sostenibilidad y la eficiencia energética tanto en hogares como en el sector industrial, y así poder mermar las emisiones de gases nocivos para el medio ambiente.
Reducción de emisiones gracias a la eficiencia energética
Existe una relación directamente proporcional entre una mayor eficiencia energética y la significativa reducción de gases de efecto invernadero. Los gases GEI, como el CO2, el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), son los principales responsables del calentamiento global, y por consiguiente del cambio climático que está padeciendo el planeta.
La mayoría de estos gases perjudiciales provienen de la quema de combustibles fósiles, la deforestación y ciertas actividades industriales. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), la mejora en la eficiencia energética podría reducir las emisiones globales de CO2 en un 40% en 2040. Es por esta razón que, implementar medidas de eficiencia energética en sectores clave como el transporte o la industria, que ayuden a reducir el consumo de energía mediante la optimización de su uso, puede contribuir, de forma clara, a la merma de este tipo de emisiones.
¿Qué medidas de eficiencia energética debe plantear cada sector?
Adoptar buenas prácticas de eficiencia energética tanto en los hogares, como en los diversos sectores implicados en la emisión de gases contaminantes, es algo trascendental para luchar contra el cambio climático. Veamos algunas de las medidas a tener en cuenta según el sector.
El transporte
Estamos ante uno de los sectores con más emisiones de gases GEI a nivel mundial. Una de las principales causas de esto, es el uso de combustibles fósiles para alimentar los motores de los automóviles. El papel de la eficiencia energética en este sector, pasa por el desarrollo de vehículos impulsados por motores eléctricos (EV), el uso de biocombustibles y el fomento del transporte público.
No cabe duda que la electrificación de los automóviles es una de las soluciones más aceptadas. Pese a depender de la electricidad para circular, no generan emisiones contaminantes y la energía necesaria para la recarga puede obtenerse a partir de fuentes renovables.
La industria
Este sector, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), consume una tercera parte del consumo total de la energía nacional en España. Y si hablamos a escala global, este gasto aumenta hasta un 40% del total de la energía. Esto explica por qué la industria se erige como uno de los mayores agentes emisores de GEI, y por qué es tan necesario implementar medidas de eficiencia energética en este sector.
El camino es largo, pero poco a poco se están produciendo avances en este campo. La digitalización y automatización de los procesos industriales contribuyen a que las empresas identifiquen áreas de mejora y así puedan optimizar el uso de la energía. La industria 4.0, gracias al uso de sensores, análisis de datos y la inteligencia artificial, permite una mayor precisión en la gestión de la energía, mediante la disminución del desperdicio y la mejora de la eficiencia energética.
La construcción y el parque inmobiliario
El consumo energético de los edificios de carácter residencial y comercial, supone un 40% del consumo energético global. Mejorar la eficiencia energética y así reducir las emisiones, es posible mediante implementación de sencillas medidas que los hogares pueden fácilmente asumir, tales como:
- Contar con un buen aislamiento térmico
- Utilizar una iluminación eficiente (como bombillas LED)
- Optar por sistemas de climatización avanzados
- Instalar paneles solares para el autoconsumo
La aparición de los edificios inteligentes y sostenibles, diseñados para minimizar el consumo de energía, está marcando el cambio hacia un modelo más ecológico y transformando el entorno urbano. Su objetivo: luchar contra el cambio climático, mejorando la eficiencia de las construcciones y así poder reducir las emisiones de gases contaminantes.
El sector energético
Mejorar la eficiencia en el propio sector energético es una pieza fundamental del puzzle. Tecnologías como las centrales de ciclo combinado, que utilizan tanto gas natural como vapor para generar electricidad, pueden alcanzar eficiencias del 60%, superando las de las plantas tradicionales.
Otra solución claramente eficiente es la descentralización en la generación de energía, mediante sistemas de energía distribuida y microrredes, que permiten reducir las pérdidas en la transmisión y en la distribución de la misma, maximizando el uso de la electricidad que se ha generado.
Conclusión
Sin duda, en la lucha contra el cambio climático, la eficiencia energética juega un rol fundamental para la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera; en distintos pódcast del sector energético se habla de como la adopción de ciertas tecnologías, que contribuyan a optimizar los procesos de producción en sectores como el industrial o el energético; o la concienciación para implementar medidas de eficiencia energética en los hogares, serán factores determinantes para el desarrollo sostenible.