Eficiencia energética: clave para proteger nuestro planeta

Eficiencia energética: innovación tecnológica que eleva la consciencia

Si bien la eficiencia energética tiene como prioridad desarrollar innovaciones tecnológicas orientadas a utilizar la menor cantidad de energía para obtener los mejores resultados, el confort de los consumidores es su principal limitante. Cada avance, además de reducir el gasto energético, tiene que garantizar que no se desmejora la calidad de vida de los usuarios. Sin embargo, una feliz consecuencia de esta medida de bajo consumo es la reducción de la huella de carbono, bien porque hace falta explotar menos recursos de origen fósil o bien porque las nuevas tecnologías priorizan el uso de energía de origen verde. En cualquier caso, cada paso que da la eficiencia energética es una batalla ganada al cambio climático porque, de todas todas, el consumo energético disminuye, las energías ecoamigables se impulsan y el interés de los consumidores por reducir su impacto sobre el medio ambiente crece.

La nueva relación de los consumidores con la energía

Es cierto que los consumidores han tenido que sufrir importantes golpes en sus bolsillos para incentivarse a hacer ahorros energéticos, pero también es cierto que ante las muestras más severas de cambio climático hay una mayor disposición a hacer un uso responsable de los recursos. Ahora las personas son más conscientes de su consumo: buscan estar en permanente relación con sus informes de gasto energético y se interesan en recomendaciones para el ahorro y la eficiencia energética. Todo esto ha generado que los usuarios incorporen cambios en sus hábitos de consumo, adoptando prácticas más sostenibles.

Inversión y cambio de hábitos

Clientes implicados en los detalles de su consumo energético son clientes más propensos a aplicar estrategias de eficiencia energética y a sumar las nuevas tecnologías a sus rutinas. Ahora, por ejemplo, un grupo importante de consumidores:

• Priorizan el uso de la iluminación natural por encima de la artificial y prefieren sustituir sus bombillas clásicas por tecnología LED.
• Están conscientes del valor del mantenimiento de los electrodomésticos y gasodomésticos: comprenden que un aparato en mal estado consume más energía y puede impactar todo el sistema al punto de necesitar una reparación mayor.
• Tienen apertura a invertir en aparatos con una clasificación energética de tipo A y B (aunque de entrada sean más costosos) porque comprenden la inversión a largo plazo.
• Están dispuestos a aplicar consejos de ahorro como el uso del modo eco en lavavajillas y lavadoras, apagado total de los aparatos y desconexión de cargadores para evitar el consumo fantasma, variación de las temperaturas en las estancias para reducir las necesidades de climatización, entre otros.
• Aceptan incorporar novedades tecnológicas, aun cuando tengan un presupuesto reducido.

En resumen, se trata de un mercado que sabe que su forma de consumir energía no sólo tiene un impacto económico, sino en su estilo de vida.

Interés por el consumo de energías de origen verde y renovables

Cada vez son más los consumidores que expresan la voluntad de comprar energía verde o de pasarse al autoconsumo. Para algunos es una condición indispensable consumir energía que provenga de fuentes renovables, por eso contratan tarifas que ofrecen electricidad con Certificado de Garantía de Origen emitido por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Este es el único aval que se puede tener de que la energía que te llega es 100% de fuentes renovables, ya que toda la electricidad se transporta por las mismas redes de distribución hasta llegar al consumidor final. Al no existir manera de separar la electricidad por su origen, la CNMC acredita una cantidad concreta de kWh disponibles en la red eléctrica que provienen de energías renovables. Mientras más clientes exigen recibir energía no proveniente de fuentes como el petróleo, gas o el carbón, más se incentiva la producción de energías verdes.

Acciones concretas: así se protege nuestro planeta cuando apostamos por la eficiencia energética

Más allá del confort del consumidor y de los beneficios económicos que aporta la eficiencia energética, su impacto sobre el bienestar de nuestro planeta se hace evidente cuando:

• Se reduce la producción de gases de efecto invernadero y de residuos o subproductos contaminantes al requerir menos energía de fuentes fósiles.
• Al priorizar el uso de energía limpia, la vida humana corre menos riesgos en los procesos de producción, distribución y consumo. También hay un impacto menor en los ecosistemas circundantes.
• Ayuda a conservar los recursos no renovables del planeta, pues se busca cubrir el consumo energético con energías verdes, que son inagotables a escala humana.
• Atiende las demandas energéticas actuales sin poner en riesgo los recursos para las próximas generaciones, asegurando así la sostenibilidad.
• Promueve la autosuficiencia energética, permitiendo a los países gestionar de manera más autónoma su producción y consumo de energía.
• Mejora la salud pública general y se preserva la biodiversidad al no interferir en sus hábitats.

Tecnologías energéticas más eficientes ＝un planeta más seguro

Mientras más sofisticada es la tecnología de eficiencia energética, más información recopila sobre los consumidores. El objetivo es predecir de manera precisa (ya no por estimaciones) cuál será la demanda energética. Los resultados que aportan los aparatos manejados por la Inteligencia de las Cosas (IoT) sirven para anticipar hacia dónde se debe distribuir la energía de forma más eficiente, equilibrar la oferta y la demanda, y reducir las pérdidas de transmisión. Y si hay excedentes de energía, se puede aplicar la política de solidaridad con el resto de los países europeos. Esto es exportar la energía sobrante, de modo que estos también puedan tener un consumo de energía más limpio. Mientras tanto, el Gobierno español sigue dando incentivos fiscales a todos aquellos consumidores que demuestren haber hecho obras de mejoras de eficiencia energética.