La domótica es la tecnología que permite agrupar la integración de las funciones inteligentes de todos los componentes del hogar. Es el pilar de las automatizaciones para la eficiencia energética.
Ahorro de energía
El beneficio más evidente de la automatización de los procesos del hogar es el ahorro energético. Cuando se puede parametrizar, controlar y gestionar a medida de las necesidades, el gasto energético es el indispensable.
Por ejemplo, la principal fuente de consumo de energía en una vivienda son los sistemas de climatización.
Más allá de programar aires acondicionados y calefacciones, la domótica permite que los dispositivos se autorregulan en función de la ocupación del espacio, preferencias de los usuarios y condiciones climáticas.
Lo mismo ocurre con la iluminación: el encendido, apagado e intensidad de las luces pueden responder a sensores de movimiento, análisis de patrones de uso, gestión remota desde aplicaciones móviles o dando instrucciones a los asistentes inteligentes.
El nivel de automatización energética de una vivienda puede ir tan lejos como los usuarios hayan invertido en tecnología inteligente: persianas, enchufes, electrodomésticos, televisores. Desde que tengan una conexión Wi-Fi (o alguna otra red inalámbrica) es posible gestionarlos a medida. Por ello, debemos de cerciorarnos del equipamiento de domótica con el que cuenta una vivienda antes de hacer una mudanza a ella.
Seguridad y control
Estos conceptos son válidos en dos niveles: la seguridad técnica de los equipos y las instalaciones y la seguridad de la vivienda y de quienes hacen vida en ella.
Seguridad y control de los equipos
Muchos equipos inteligentes dan reportes sobre su uso (consumo en tiempo real) e incluso ofrecen recomendaciones sobre cómo utilizarlos de manera más eficiente. También informan sobre fallas específicas y la necesidad de ejecutar un mantenimiento. Esto hace que los usuarios puedan responder de manera oportuna a cualquier alerta y protegerse de cualquier incidente.
Seguridad y control de la vivienda
Aquellas personas que tienen sistemas de seguridad inteligentes en sus viviendas pueden recibir alertas y notificaciones instantáneas sobre movimientos inusuales, o problemas como incendios, fugas de gas o agua, y otros peligros potenciales.
Incluso, los sistemas de seguridad se pueden integrar con servicios de emergencia para que les llegue una notificación en caso de una alerta de seguridad.
Recopilación de información para más desarrollo tecnológico
Así como los aparatos inteligentes toman la información de nuestros patrones de uso para ir adaptando sus programaciones a nuestras preferencias, estos datos también llegan a los desarrolladores tecnológicos.
De esta manera estudian el comportamiento de los consumidores y pueden crear nuevos productos adaptados a las necesidades y gustos.
Además, al tener el detalle del consumo energético por aparato y por horas, la red eléctrica puede hacer mejores previsiones sobre cuánta energía se requiere para abastecer no sólo el territorio nacional, sino zonas geográficas específicas.
Esto es un paso fundamental para simplificar el uso de las líneas de distribución, para perder menos energía en las líneas de transmisión y para aprovechar mejor las fuentes de generación como la energía solar y la eólica.
Incorporación de energías renovables
Hablar de automatización es hablar de control y medición.
Tener información precisa sobre el consumo energético de un grupo de viviendas ubicadas en una misma zona geográfica (tanto viviendas unifamiliares como apartamentos) permite suplir parte del gasto con energías renovables como el autoconsumo.
El autoconsumo colectivo pone a la disposición de los habitantes la energía generada por parte de una instalación fotovoltaica y así satisfacer las necesidades eléctricas de una instalación mientras los paneles solares están en capacidad de producir.
Cuando los paneles solares no pueden convertir la energía solar en energía eléctrica (porque ya es de noche, por ejemplo), la instalación empieza a cubrir sus necesidades tomando energía de la red.
El autoconsumo colectivo se puede aprovechar de 3 maneras:
Básica: la electricidad generada se utiliza únicamente en las áreas comunes, como ascensores, iluminación de pasillos y escaleras, entre otros.
Integral: todos los residentes emplean la energía producida para cubrir sus necesidades diarias.
Flexible: solo algunos miembros se benefician de la energía de la instalación solar, mientras que otros no la utilizan.
Mayor consciencia de nuestro consumo
Por paradójico que parezca, la automatización del hogar ha hecho que los usuarios sean más conscientes de su consumo porque están en permanente relación con informes de gasto y recomendaciones de ahorro.
No es lo mismo ver un consumo global en la factura de fin de mes que tener la posibilidad de verlo en tiempo real, por suministro y por dispositivo.
Estar frente al gasto detallado en cada momento ha hecho que los usuarios incorporen cambios en sus hábitos de consumo, llevándolos a adoptar prácticas más sostenibles y eficientes.
Valor agregado a las propiedades
Nada más estimulante para buscar una mejor etiqueta eficiencia energética que el aumento del valor de la propiedad.
Desde el 2013, el Certificado de Eficiencia Energética es un requisito obligatorio para transacciones de compra-venta y alquiler de inmuebles, y algo a tener en cuenta a la hora de planificar una mudanza a un nuevo hogar. Este documento surge de la necesidad de informar a los futuros habitantes cuáles son las condiciones energéticas del inmueble, de modo que puedan tomar decisiones mejor informadas.
Hogares automatizados tienen las mejores certificaciones energéticas porque los dispositivos inteligentes han sido diseñados para ser eficientes.
Y sí, son más costosos, pero los clientes tienen mejor disposición a pagar más por alquileres o propiedades con buena calificación energética porque les permite presupuestar el consumo energético y tener pistas sobre reformas o electrodomésticos a sustituir.
Confort
Aunque el bienestar no se puede contar como un beneficio para la eficiencia energética, la eficiencia energética debe trabajar para aportar sensación de bienestar a los consumidores.
No se trata de hacer ahorros energéticos a toda costa. No. La meta es que con cada conquista tecnológica en pro del ahorro de energía, los usuarios ganen calidad de vida, salud y confort.
Tareas rutinarias como ajustar la iluminación, regular la temperatura o gestionar sistemas de riego ahorran tiempo y esfuerzo a los residentes.
¿Y qué decir de personas con movilidad reducida o discapacidades? Los sistemas automatizados facilitan el control de diferentes aspectos del hogar, mejorando la accesibilidad y la independencia.